Como dije al inicio: dentro de una ciudad hay tantas cuidades como encuentres tú, tantas ciudades como quieras hacerlas tuyas. Y Salzburgo tiene muchas «Salzburgos». Nos habíamos quedado descansando después de una buena jupa caminando y tomando un rico café junto al pequeño kiosko cafetero del «Mozartsteg», el puente de estilo modernista, que nos llevará a cruzar al otro lado del río Salzach. Hoy seguiremos paseando en la otra parte, seguramente la más desconocida del centro histórico de Salzburgo. Caminamos hacia otra joya histórica como es la calle «Steingasse».
Nos remontamos prácticamente a 2000 años atrás para entender la importancia de la actual Steingasse cuando siendo la entrada sur de la Iovavum romana, al margen derecha del Salzach, era la vía comercial y de comunicación más directa con los Alpes y los territorios del imperio romano (actual Italia). Es una calle especial, conservando aún ese aspecto medieval y se puede disfrutar caminando sin ese ajetreo, sin esa masificación, del sonido de tus propios pasos por la arquitectura del siglo XIV, del XV hasta el XIX (que eran lujosos palacios en su interior, muchos de ellos aún conservan los patios) y que da lugar a establecimientos de comercio local, estudios de arquitectura, bares singulares y pequeños locales donde comer: una vez acogería diferentes gremios artesanos, todo aquella función comercial desapareció tan importante desapareció en favor de otras calles de la ciudad. A este punto te habrás dado cuenta de que caminamos a los pies rocosos de la «Kapuzinerberg», la montaña que hoy subiremos para tener otra de las mejores vistas de la ciudad. La Steingasse, incluso, es escenario para artistas callejeros y donde podrás conocer más sobre el Street Art.
Te recomiendo pasear por ella cuando llega el atardecer y las farolas dibujan a la noche formas que te atrapan en su historia antigua.
Steingasse
Street Art del colectivo Jana & JS
Poco a poco daremos con la entrada medieval a la ciudad vieja, la «Inner Tor».
Inner Tor
Una vez pasada la «Inner Tor» nuestros pasos nos llevarán al «DAS KINO«, el cine por excelencia de Salzburgo, un lugar al que iba muy a menudo además. La desaparición de los cines históricos es una tragedia cultural que borra huellas en las ciudades que nos hablan del papel que desempañaban en su momento de apertura, por fortuna Das Kino resiste y quienes aman el cine y la cultura lo defienden llenando sus salas a diario práticamente. En la entrada anterior sobre Salzburgo hablaba del cine más antiguo en uso, el Mozartkino, éste es el segundo más antiguo en uso. Das Kino es el CINE que realmente juega un papel fundamental en la vida cultural/intelectual de la ciudad. Si bien el Mozartkino apuesta por películas comerciales que puedes encontrarte en los centros comerciales, Das Kino es el que apuesta por títulos menos comerciales no sólo austríaco o alemán si no por aquellos de diferentes partes de Europa o de países asiáticos, africanos, incluso hispanos ya que incluso hay una semana al año donde este cine acoge un festival de cine en español. Es un buen sitio para ver a menudo buen cine con subtítulos. Son cines muy vivos, es común encontrarte con presentaciones en donde acuden directoras/es, actrices, etc., y si añadimos los bares que hay en torno al cine esto hace que sea un lugar interesante de encuentro social.
A escasos metros de Das Kino encontraremos unas escaleras con un Cristo crucificado que impresiona. Bien, esas escaleras que debemos subir y que nos llevarán a lo alto del Kapuzinerberg, la montaña que acoge el monasterio fransciscano de capuchinos.
Tómate la subida con calma, son muchas escaleras, pero en el camino podrás descansar si lo necesitas sentándote o visitando una de las joyas escondidas de la ciudad, una pequeña iglesia del siglo XIV: «St. Johannes am Imberg», San Juan en Imberg y dedicada a San Juan Bautista.
St. Johannes am Imberg cogiendo altura en Kapuzinerberg
Rincones de la Imbergstiege, ya queda poco para llegar
Estas escaleras rodean parte de la muralla defensiva del monasterio capuchino de franciscanos. Llegaremos a 636 metros de altura, es el punto más alto de Salzburgo, en donde los mismos bastiones de la muralla a día de hoy nos permiten disfrutar de unas vistas panorámicas geniales y poco turísticas, además de la orientación tienes sol durante toda la primavera y el verano. Es un lugar perfecto para desconectar, leer o ver atardecer. El monasterio y el claustro son visitables y fue esta orden que eligió este castillo medieval como lugar de asentamiento religioso. Es una de las partes más antiguas de Salzburgo, los arqueólogos han dado con asentamientos neolíticos bajo el castillo.
En frente a la entrada encontrarás una escultura dedicada al escritor Stefan Zweig, que pasó parte de su vida en Salzburgo y tuvo que exiliarse por el avance del Nazionalsocialismo, al que era contrario. En esta parte de la Kapuzinerberg tuvo su residencia. Recomiendo sus libros.
Llega la hora de bajar a la ciudad, lo haremos por otra calle (Linzer Gasse) pasando por seis estaciones del Sendero de la Cruz, que representan la Pasión de Cristo. Hay un pequeño monumento a Mozart, el cual marca el lugar donde se dice que compuso la ópera de La Flauta Mágica. Llegamos a la Linzer Gasse, la calle comercial más importante de esta parte del centro histórico de Salzburgo, con cierta semejanza con la Getreidegasse. Ya queda poquito para terminar el paseo de hoy, aún quedan un par de lugares que quisiera visitar. Esta parte de la ciudad, para mí, es la más interesante a nivel de vida social: cines, bares, restaurantes, cafeterías, pequeñas salas de conciertos, etc., es donde la gente local se encuentra lejos de esa Salzburgo exclusiva para turistas y evitando precios altos. Te aconsejo perderte por sus callejuelas.
Cementerio de San Sebastián
Hay un sitio que te hace enmudecer, siguiendo la Linzer Gasse llegaremos a la iglesia de San Sebastián (St. Sebastiankirche), ya impone a medida que vas subiendo la calle. Lo que uno no se espera es que acoja uno de los claustros convertidos en cementerio más interesantes de la ciudad. Este cementerio, al cual se accede por un lateral y cierra a las 18:00 hrs., y gratis, es lugar donde se enterraron personajes ilustres de la ciudad (al igual que el cementerio de San Pedro) como la familia Mozart o el médico, astrólogo y alquimista Paracelso. Está fechado en el año 1511 y la iglesia (del 1522, reformada durante el barroco) se construyó tras una fuerte epidemia de peste en donde muchos enfermos se trataban aquí, incluson fueron los primeros en ser enterrados pero que después sería exclusivo para la élite social de la ciudad.
Bar Academy
Tras visitar un cementerio, coger aliento uno necesita darse una alegría y a estas horas imagino que estaréis cansados tras el paseo y llega la hora de tomarse un descanso. Vamos a ir terminando esta entrega, y la penúltima que haré sobre Salzburgo, con un bar/café, uno de mis favoritos: el Academy. Forma parte del edificio que acoge un teatro muy interesante: el Toihaus, ed decir: nos movemos siempre en una ciudad que respira cultura y arte en cada una de sus calles y lo más interesante: lejos del Clasicismo, lejos de Mozart y que a su vez van de la meno y es una espiral que se alimentan y que la ciudad sigue adelante sin parar. Tomaros una rica cerveza Stiegle en el Academy, que disfrutaís de los conciertos que a veces se hacen ahí y brindad con los que estén cerca de vuestra mesa, algo muy normal con los austríacos.
Si miráis el mapa veréis que a pocos metros llegaríamos al Palacio de Mirabell, es decir: hemos cerrado el círculo desde donde habíamos empezado a conocer esta interesante ciudad. Me queda una última entrega sobre la ciudad pero será nocturna, canallita pero que caminaremos de igual modo para perdernos en una Salzburgo que, aunque no lo parezca a veces, no duerme.